
Corazón 3D, tecnología futurista al alcance de los niños
La cirugía es más precisa porque se planea usando un modelo tridimensional del tamaño real del corazón
Por Colombia Páez
Redactora médica
A Mía le encantan los rompecabezas, su personaje favorito es Elsa, la muñequita de la película Frozen, y al verla retozar con su hermano en la sala de juegos, nadie imaginaría que hace apenas unos días le devolvieron el milagro de la vida. Con sus ojos vivarachos y una pícara sonrisa, la pequeña de escasos cuatro años, toma de manos de su cirujano el prototipo de su corazón, que hubiera podido dejar de latir de no ser por una cirugía que solo ahora es posible realizar con tanta precisión.
La operación se hizo gracias a una tecnología de avanzada y a un equipo multidisciplinario del Nicklaus Children’s Hospital, en el cual hay cirujanos cardiovasculares, ingenieros biomédicos, analistas clínicos de sistemas, cardiólogos expertos en todos los campos de imágenes y hasta destacados estudiantes de medicina de la Florida International University. Este equipo logró planear meticulosamente una complicada cirugía sobre un modelo tridimensional y de tamaño real del corazón de la pequeña Mía González.
Los avances en este campo hacen pensar que estamos presenciando una tecnología futurista sólo posible en las películas de ciencia ficción. El doctor Redmond P. Burke, director de la División de Cirugía Cardiovascular del NCH, explica que “los modelos tridimensionales de tamaño real, nos permiten analizar de forma milimétrica y manipular incluso las arterias más pequeñas, las venas, las válvulas, cada cámara del corazón y señalar con toda precisión el sitio exacto que debe ser reparado”.
Para lograrlo es necesario hacer un mapa exacto por medio de imágenes 3D que reproducen el corazón. El experto en este campo, doctor Juan Carlos Muñíz, director del Departamento de Cardiología no Invasiva por Imágenes y de Imágenes de Resonancia Magnética Cardiaca, indica que “gracias a este avance se puede diseñar a la medida cada cirugía, porque permite señalar el punto que debe ser reparado sin obstruir tejido circundante”.
Las imágenes son llevadas a una impresora 3D que reconstruye el corazón. “El producto final es la reproducción del músculo cardiaco con todas sus características en un material plástico que permite ser manipulado para estudiar el caso y planear la cirugía”, explica el ingeniero Juan Apolinar.
En el caso de Mía, el objetivo era dividir un anillo vascular, para aliviar la compresión sobre la tráquea y el esófago que le impedía respirar normalmente, explica el doctor Burke.
El anillo vascular es un defecto de la aorta y de los vasos grandes adyacentes. La aorta es la arteria principal que transporta sangre y oxígeno desde el corazón hacia el cuerpo. “Cuando la aorta y los vasos grandes cercanos se forman en posiciones anormales, la tráquea y el esófago pueden quedar constreñidos por el "anillo" que ha sido formado por esos vasos anormales”, explica el cirujano Robert L. Hannan y añade que “las posibilidades en otros campos utilizando esta nueva tecnología son muy prometedoras”
Entre esas posibilidades figura enseñarle a los nuevos cardiólogos y cirujanos la mejor forma de operar sobre un modelo real. “Esto es algo fantástico, nosotros tenemos ahora una enorme ventaja al poder pasar del papel a tener en las manos un modelo exacto al corazón del paciente. Es fenomenal manejar este modelo tridimensional”, indica Eric Wherley del Colegio de Medicina Herbert Wertheim de FIU y quien fue parte del equipo multidisciplinario a cargo del estudio, planeación y ejecución de la cirugía de Mía.
Durante su corta vida Mía ha estado sometida a 10 hospitalizaciones, diagnosticada con asma, neumonía e infecciones bacterianas, y recetada con antibióticos, broncodilatadores y esteroides que a la larga traen consecuencias graves para la salud. “Pero nada impedía que fuera activa y a pesar de todo ella juega beisbol y ama ir a la escuela”, cuenta su madre Katerine González quien enfatiza la tranquilidad que sintió cuando, usando el modelo del pequeño corazón de su hija, le explicaron cómo la operarían. Sólo cuando se la llevaron a la sala de cirugía, la madre ya no aguantó más y dejó que el llanto brotara. Ahora a sólo unos días de la operación, todo son sonrisas y agradecimientos. Mientras Mía arma un rompecabezas y juega con su hermano, Katerine expresa su felicidad porque ese equipo médico le devolvió una vida saludable a su hija y paz a toda la familia.
“Lo fantástico de esta tecnología es que acorta notablemente la hospitalización, la cirugía es más rápida a pesar de tratarse de un órgano vital, y el tiempo de recuperación es menor”, explica el doctor Burke. De hecho Mía fue operada un viernes y el domingo ya estaba en casa. “El lunes siguiente volvió al hospital sólo para recibir el modelo tridimensional de su corazón, que ahora es parte especial de sus juguetes”, concluye el doctor Muñíz.
Para más información: www.pediatricsurgery.com o llamar al 305-663-8401/786-624-3694

Foto: Cortesía Nicklaus Children's Hospital
La niña Mía González sostiene en una mano el modelo tridimensional de su propio corazón. Con ella, el Ingeniero Juan Apolinar (izq.), el Dr. Redmond P. Burke (cent.) y el Dr. Juan Carlos Muñiz (der.).

Foto: Cortesía / www.3ders.org
Modelo del corazón de un bebé, hecho en una impresora tridimensional antes de una cirugía cardiaca.